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El impacto del desarrollo de las urbanizaciones cerradas sobre las desigualdades socio espaciales

Costa Esmeralda, un análisis socioespacial desde el enfoque interseccional

Adaptando la explicación de Crenshawen (1989) a la temática que trabaja el artículo y retomando el concepto que aporta Hill Collins (1990) sobre los privilegios, podemos decir que la “desigualdad específica” que se abordará es la de los trabajadores de bajos recursos y migrantes que a su vez está diferenciada entre “los varones trabajadores, de bajo recursos migrantes” y “las mujeres trabajadoras de bajos recursos migrantes”, frente a la posición acomodada de los residentes de barrios cerrados y su correlato en el territorio; donde se evidencia también como dice Crenshawen que “las políticas públicas y las estrategias políticas han fallado o no han dado una respuesta a la subordinación de estas personas que se encuentran en las intersecciones”

Según lo expuesto hasta ahora se entiende que la segregación socio espacial podría analizarse desde el enfoque interseccional, teniendo en cuenta: el contexto (tanto territorial como temporal), el acceso al derecho a la ciudad, a los equipamientos, a las infraestructuras y a la forma en que se construyen las ciudades, ya que estos aspectos impactan de manera diferenciada sobre el territorio. En el caso de Costa esmeralda las problemáticas que detectamos son:

● La de la división sexual del trabajo, que en este caso además se ve fragmentada por temporalidad turística. En la cual vemos que los trabajos a los que pueden acceder varones son más variados y tienen que ver con la construcción (trabajo no permitido durante los meses de verano), el mantenimiento de las viviendas, de los parques y las piletas, reparaciones varias, etc, y en cambio el trabajo al que acceden las mujeres siempre está asociado a la estacionalidad turística por un lado y limitados en gran parte a los trabajos domésticos en casas particulares y hoteles, tarea que se realiza a mayor demanda durante los cambios de quincena y en un marco de precariedad laboral sin garantías en sus derechos laborales. Si bien estos trabajos masculinizados y feminizados se sostienen en el tiempo cabe aclarar que tienen distinta intensidad y nivel de ingresos. Se puede decir que durante la temporada de verano los varones tienen menor actividad y nivel de ingresos ya que se ocupan de mantenimientos esporádicos y algunas reparaciones pequeñas, mientras que las mujeres intensifican su actividad y cantidad de ingresos debido a su desempeño en el servicio doméstico de las residencias de Costa Esmeralda; lo que implica por otro lado que tienen la necesidad de contar con un espacio donde poder dejar a sus hijos mientras trabajan, fuera del calendario escolar. Por el contrario, un vez terminado el periodo vacacional esta dinámica se invierte, dejando a las mujeres con mucha menor actividad y cantidad de ingresos ya que el trabajo se reduce al mantenimiento esporádico de casas particulares y hoteles, teniendo que reforzar sus ingresos con alguna otra actividad laboral precarizada como por ejemplo la venta de mercadería en su barrio; mientras que los hombres intensifican su actividad y cantidad de ingresos debido a la demanda de mano de obra para la construcción.

Fuente: Tribuna Feminista, 07/03/2017

Esta fluctuación en el nivel de ingresos de las familias implica principalmente dificultades para acceder sostenidamente a servicios básicos como por ejemplo una cobertura de salud o el acceso a la educación de sus hijos; y también dificulta el acceso a materiales de calidad para la construcción de sus propias viviendas; lo que deja muy lejano ese deseo de una mejor calidad de vida.

● El traslado de los trabajadores a su lugar de trabajo debido a que no existe ningún servicio de transporte privado con el que cuente Costa Esmeralda para facilitarlo y a que el servicio de transporte público en el territorio en cuestión es altamente deficiente ya que cuenta con una sola empresa prestadora de servicios que transitan en determinados horarios muy espaciados entre sí. La solución que encuentran los trabajadores ante esta problemática es la de agruparse y utilizar el vehículo particular de alguno de ellos para trasladarse, lo que es altamente riesgoso ya que estos vehículos la mayoría de las veces van excedidos en cantidad de pasajeros aumentando el riesgo de sufrir un accidente en la ruta.

● Por último, yendo al campo de la planificación urbana aparece la problemática de acceso de estas familias a infraestructuras y servicios básicos.

El crecimiento de estos barrios satélites genera una demanda de infraestructuras y acceso a servicios básicos a la cual el municipio de Pinamar no puede hacerle frente debido principalmente a la falta de recursos. También cabe destacar que al ser un partido costero turístico tiene una cantidad reducida de equipamientos básicos en concordancia con la cobertura necesaria para los residente permanentes del mismo, la cual se ve desbordada con el crecimiento de estos nuevos asentamientos, lo que da como resultados una falta de cobertura en salud y un deficiente acceso a la educación básica, entre otras cuestiones, para estos nuevos residentes.

Barrio Satélite (de Costa Esmeralda) ubicado en Ostende, Pdo de Pinamar
Fuente: Google Street View

Esta problemática en particular conlleva por otro lado implicancias interjurisdiccionales ya que el municipio de Pinamar -donde se ubica el barrio de residencia de los trabajadores migrantes- tiene que afrontar la construcción de nuevas infraestructuras y equipamientos para poder dotar a estos barrios de los servicios básicos sin recibir ningún beneficio económico del desarrollo de Costa Esmeralda que pertenece a otro partido – Pdo. de la Costa Bonaerense-. Y es además el fiel reflejo de la falta de justicia socio espacial que trae aparejado el desarrollo de las urbanizaciones privadas sin una planificación territorial adecuada.

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