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Investigación a través de la arquitectura

Definir investigación en arquitectura

El primer paso y más fundamental de la investigación científica se refiere entonces a la definición y delimitación del problema. Es parte de la tarea del investigador reflexionar sobre los conceptos y las técnicas a utilizar y la vinculación con los problemas a resolver.

La definición de investigación desde la arquitectura y el diseño es un tema debatido y con varios tipos de matices. Esta es un área controvertida y son necesarias precisiones para diferenciar qué es investigación y qué no lo es.

Por un lado, el arquitecto en su tarea habitual experimenta y crea, pero esta es una labor donde no se produce conocimiento en el sentido que se le da en el medio científico. Pero podemos decir que desde el punto de vista de la profesión también se hace investigación o dicho con más precisión, se busca la innovación, dentro de estructuras independientes (thinktanks, spin-offs, openlabs, traducidos genéricamente bajo el concepto de usina de ideas), donde un colectivo de arquitectos explora nuevas posibilidades. También ocurre que a veces el arquitecto se interesa en la teoría para justificar una forma arquitectónica o una práctica, es decir como una legitimación de lo hecho.

Por el otro, en el ámbito académico también muchos profesores de arquitectura entienden que están realizando investigación porque realizan ejercicios creativos en el taller. Pero no todo lo que se realiza allí alcanza la condición de investigación. Si los resultados no son socializados, repetidos y comunicados para que sean considerados, no podemos entenderlos como actividad científica. La actividad experimental puede ser algo sumamente positivo en lo individual, que enriquece al alumno pero que no proporciona las bases para el crecimiento del conocimiento y la teoría en las disciplinas proyectuales. Existen requerimientos de método y comunicación que deben cumplirse para que el conocimiento adquirido alcance el estatus de científico.

Desde el punto de vista de los investigadores “clásicos” también existe la desconfianza en cuanto a la modalidad de laboratorio como espacio para la construcción de teoría. Esta suspicacia se debe a la creencia de que solamente se está reproduciendo conocimiento y no produciendo. Sin embargo, existen espacios donde trabaja en este último sentido. Además del prejuicio sobre el sector académico, la investigación en arquitectura ha estado ligada durante más tiempo a las metodologías de las ciencias sociales y las tecnologías y existe un desconocimiento del valor de otros posibles modos de acceso propios.

Esta relación con otras disciplinas no debería ser despreciada ya que enriquece a la propia si no nos olvidamos de la propia especificidad. El tema es cómo se establecen los vínculos y los grados de subordinación entre ellas. Como dice Bernard Tschumi (2012): “como práctica y como teoría, la arquitectura debe importar y exportar”. Pero ¿qué y cómo?

Winfield Reyes (2007) dice que la investigación en arquitectura abre nuevos horizontes a los paradigmas tradicionales y señala que la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), en el XXII Congreso Mundial desarrollado en 2005 en Estambul, plantea el reconocimiento al proyecto y a las experiencias sistemáticas que se derivan de éste como un campo de investigación cuya pertinencia social será cada vez mayor.

Como lo han argumentado los historiadores de la ciencia un objeto científico no un objeto “dado”, sino “constituido”. Por los tanto nos queda la responsabilidad de constituirlo o de construirlo para ser fieles a nuestro lenguaje.

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