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Espacio público y gestión estatal en la comuna 8 . Algunas notas sobre los alcances de la inclusión.

¿Qué significa «Espacio Público»? A través del análisis multidimensional de este concepto, se propone una revisión crítica de intervenciones urbanas estatales recientes que impactan en el espacio público de la Comuna 8 en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, haciendo hincapié en sus características de gestión.

1. Las dimensiones del espacio publico

El término “Espacio Público”, es utilizado usualmente tanto en los medios de comunicación como en las instituciones académicas que dictan programas de arquitectura y urbanismo, y los ámbitos de la gestión del territorio de las ciudades, donde este es identificado a priori como “lugar de y para todos”, territorio sobre el cual la ciudadanía tiene plena injerencia y derecho, ámbito de acción y reacción de los colectivos urbanos. El abordaje de este concepto implica la revisión de numerosas dimensiones que lo conforman, entendiendo que existe una estrecha relación entre la calidad de vida en las ciudades y la calidad de su espacio público – EP.

Respecto a la dimensión legal se define a éste como área de propiedad, acceso y transito irrestricto (calles, veredas, plazas, parques, etc.) opuesto a la noción de Espacio Privado (1) . Haciendo foco en la dimensión económica en cambio, decimos que el EP es generador de valor inmobiliario, que la gestión pública deberá orientar para un desarrollo urbano equitativo y equilibrado de la ciudad. Borja (2) plantea que “(…) en todas las operaciones de transformación urbana del espacio público, hay que dejar que muchas acciones las ejecute el sector privado, pero poniendo condiciones. Que tengan en cuenta el interés público, porque a la larga también es lo mejor para los agentes económicos privados también. El beneficio inmediato puede favorecer a unos cuantos; el beneficio mediato favorece a muchos, incluyendo a los inversionistas, a los actores económicos”. El autor argumenta este concepto planteando que” las ciudades en sí son el comercio. Sin comercio no hay ciudad (…) la ciudad como espacio público depende mucho de la existencia de un comercio desarrollado en el conjunto del espacio urbano. (…) el urbanismo puede favorecer la animación urbana integrando el comercio en sus concepciones.” Este autor también plantea que el mantenimiento del espacio público lleva un costo y hay que encontrar fórmulas para la financiación del mismo, y que existen casos de ciudades que involucran a empresas privadas y colectivos vecinales en esta tarea.

En su dimensión ambiental, el EP funciona como valvula reguladora de la “presión” que el medio construido ejerce sobre el medio natural. Los espacios públicos son los que van dando identidad, uniformidad, sentido y particularidad al diseño urbano. La calidad de los espacios privados, generalmente viene, a consecuencia, de un espacio público que fomenta buenos elementos morfológicos (3) . Según Perahia y Koppmann (4) , en las ciudades tradicionales, el Espacio Público es el que da identidad y carácter a la ciudad. Este constituye “la esencia de lo urbano”, y es el espacio del encuentro y el intercambio, donde se fomenta la participación ciudadana y las practicas comunitarias. “Una ciudad sin plazas, ni parques, ni espacios para el encuentro casual, no solo sería pobre ambientalmente sino también en los aspectos socio-urbanísticos”. La autora introduce en la actualidad el concepto de “espacio libre” asociado al de espacio público Y equilibrante del sistema ambiental, y propone funciones atribuibles estos espacios, vinculadas con lo social (paseo, contemplación, juego, contacto con la naturaleza); lo Urbano-Paisajístico (generación de una discontinuidad vegetal para la “oxigenación de la masa edificada”); y lo ecológico (hábitat de la fauna reguladores del microclima urbano).

En la dimensión histórica del EP, podemos ver que al inicio del desarrollo de la ciudad industrial, su generación estaba vinculada a los principios higienistas que requerían de espacios “naturales” destinados a la mejora de las condiciones de salud de la población y la mitigación de las bajas condiciones de asoleamiento, iluminación, ventilación, etc. de las viviendas. Sin embargo Borja introduce un enfoque relacionado a lo cultural cuando plantea que el origen del espacio público es una respuesta clasista al proceso de apropiación privada de la ciudad donde posteriormente hubo un proceso, de democratización urbana y progresiva apropiación social. (5)

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