El objetivo del presente artículo es presentar la experiencia de la práctica docente en el taller tecnología. El ejercicio de recrear la clase y revisar las estrategias didáticas planteadas en los cursos nos permite reflexionar sobre la distancia entre las propuestas y lo acontecido y enriquecer así las futuras experiencias.

La convocatoria para formar parte del taller de Tecnología en el marco de la creación de la carrera de Arquitectura de la Universidad Nacional de la Matanza (UNLaM) despertó entusiasmo entre los convocados. El desafío presentado al equipo fue el de integrar en una única materia técnica todos los contenidos del área de tecnología instalaciones, construcciones y estructuras. El equipo desarrolló una propuesta pedagógica innovadora, para una materia inédita con docentes provenientes de diferentes áreas de enseñanza de la arquitectura. Fue necesario articular el bagaje individual de cada uno en función de la propuesta general del taller para superar los contenidos técnicos instrumentales en pos del quehacer arquitectónico: el Proyecto.

El equipo

La convocatoria para armar el equipo se pensó con el objetivo de sumar arquitectos, arquitectas e ingenieros destacados en sus áreas que pudieran aportar diversos puntos de vista. Cada uno tenía una experiencia diferente tanto en el ámbito académico como en el profesional. Se armó un equipo equilibrado con docentes formados en el área de proyecto y otros en las materias técnicas (Instalaciones, Estructuras, Materialización de proyecto, Construcciones, etc.) con el objetivo de poder desarrollar en el taller una visión integral de la arquitectura y poder abordar propositivamente los contenidos. Todos tuvimos que enfrentarnos a la complejidad de tener una formación docente especializada y pasar a la noción de integralidad del conocimiento. A diferencia de otras áreas de la carrera donde los docentes se desarrollaban en la misma materia en diferentes casas de estudio, para los que formamos parte de esta experiencia fue distinto.

Cada uno aportó además su experiencia en el campo profesional en proyectos y obras de escalas, programas y ubicaciones diversas. Algunos docentes se habían desempeñado en el área de proyecto y dirección, mientras que otros eran especializados en gestión y administración, así como también se convocó a asesores de temas específicos. Una parte sustancial del equipo fue la incorporación de estudiantes de los últimos años de formación de grado que estaban realizando sus primeras prácticas docentes. Estos tuvieron una mirada muy receptiva a la nueva propuesta contribuyendo desde un punto de visto cercano a su propia formación.

Esta intención teórica de conformar un equipo con especialistas que construyera una propuesta superadora de la propia experiencia pedagógica realizada hasta el momento habilitó una mirada multireferencial sumamente interesante que alentó la independencia propositiva de los estudiantes. El equipo de docentes investigadores se enfrentaba al mismo tiempo a formarse y conformar un abordaje integral sobre la enseñanza de la tecnología, así como a instalar la noción de pensamiento tecnológico en los estudiantes. Fue fundamental pensar sobre el proyecto y la relación con la tecnología, sobre las herramientas e instrumentos, así como sobre los modos de aplicación en el taller de estrategias didácticas que contemplaran esa complejidad. Se planteaban todos los temas coordinando la estructura, los sistemas constructivos, sistemas ambientales. Esto generó un trabajo complementario en el equipo donde cada uno debía ocupar un rol fundamental en instancias específicas de la cursada y fomentó el espíritu colaborativo. Cada uno de los docentes tenía por un lado un rol asociado a su historia y formación y a su vez un rol general en la construcción del nuevo taller de tecnología. La suma de los saberes individuales daba por resultado una propuesta innovadora que persiguió siempre el objetivo central de lograr la integralidad en el desarrollo del proyecto arquitectónico.

“Enseñar es, desde nuestra perspectiva, aprender. Aprender antes, aprender durante, aprender después y aprender con el otro. Quizá se plantea así por el carácter provisional de nuestras propuestas, porque implica lo mejor de nuestras decisiones de hoy, que probablemente al reflexionar mañana sean de nuevo tipo.”

Edith Litwin (1996). Capítulo 4. “El campo de la didáctica: la búsqueda de una nueva agenda”. Corrientes didácticas contemporáneas. Paidós. Buenos Aires.

Con este objetivo se llevaron adelante jornadas de formación y actualización docente. Estas instancias contaron con la participación de las autoridades de la carrera generando un espacio de reflexión sobre la arquitectura y el rol de la tecnología y consecuentemente sobre la propuesta pedagógica del taller.