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Laboratorios. Procesos proyectuales en el ambito del taller

El objeto de este artículo es compartir con la comunidad la didáctica específica que posibilitó a los estudiantes, a través de distintas experimentaciones, a enfrentar la complejidad de la multiescalaridad de la arquitectura desde los primeros análisis de materiales y diferentes sistemas constructivos hasta la ejecución de prototipos desarrollando una experimentación constructivo ambiental.

Introducción

“Adquirir una habilidad no se basa fundamentalmente en la enseñanza verbal, sino más bien en la transferencia directa de la destreza desde los músculos del maestro a los del aprendiz a través de un acto de percepción sensorial y de mimesis corporal” (1)

Los distintos laboratorios que propone la didáctica de la materia de tecnología responden a una de las premisas más importantes de la misma: pensar – haciendo y hacer – pensando. Es aquí donde los estudiantes realizan las experimentaciones necesarias para desarrollar su proyecto de forma compleja. Este camino experimental, donde se abre un abanico de variables a ser consideradas, es guiado por los docentes que en los primeros años participan activamente en la toma de decisiones a partir de diferentes consignas para pasar a ser solo guías en los dos últimos cursos. A pesar que se desarrollan durante toda la materia, son agrupados; en el primer año en laboratorios de materiales, de física y de estructuras y; en el último año a modo de tesina donde los estudiantes desarrollan un proyecto tecnológico con materiales o técnicas innovadoras (EXCA ).

Todos los laboratorios comparten un objetivo en común: promover el pensamiento crítico y el trabajo propositivo a partir de la experimentación directa con los materiales y sus técnicas constructivas. El ámbito adecuado de trabajo es el aula-taller ya que es necesario un espacio amplio para poder manipular las herramientas con seguridad y para poder construir con distintos materiales en diferentes escalas. En general, las universidades no cuentan con este tipo de espacios ni el equipamiento necesario por lo que hemos tenido que adaptar las aulas destinadas al dictado de clases teóricas en verdaderos talleres de trabajo. Es muy complejo que el ámbito espacial universitario actual contemple, en una carrera tan práctica, los espacios adecuados para llevar adelante modalidades didácticas más innovadoras, fuera de lo convencional. Lo innovador, sería acompañar la formación con situaciones y contextos más reales. Las diferentes experimentaciones que se proponen en la materia de tecnología, acerca a lxs estudiantes al hacer para concluir en el aprender. Es por eso por lo que, pese a las complejidades espaciales e interferencias burocráticas sobre el uso del espacio asignado por la Universidad de La Matanza (UNLaM) se logró adaptar cada experiencia y laboratorio, logrando un recorrido y objetivos muy satisfactorios. Para la gran mayoría de lxs estudiantes es en los laboratorios donde tienen el primer contacto con los materiales y las herramientas utilizadas en las obras en construcción. Los materiales más utilizados son; agregados gruesos y finos, maderas, hierro, chapa, ladrillos, plásticos, acrílicos, membranas, papel, cartón, bambú y fardos de paja, entre otros.

Aula taller

Manipulación del material y herramientas por el cuerpo estudiantil.
Equipo de estudiantes 2018.

El objetivo más básico de los laboratorios es, en definitiva, conectar la capacidad de un material con su aparente lógica de construcción y su consecuente estética. Decimos que es aparente porque a partir de la experiencia, los estudiantes encuentran nuevas formas de “hacer”, se produce aquí una combinatoria entre la producción y la comprensión: “pensar haciendo” y “hacer pensando”.

“Incluso en la era del diseño asistido por ordenador y del modelado virtual, las maquetas físicas constituyen una ayuda incomparable en el proceso proyectual del arquitecto o del diseñador. La maqueta tridimensional habla a la mano y al cuerpo de un modo tan potente como el ojo, y su propio proceso de construcción estimula el proceso de construcción real” (3)

Ya en el siglo pasado, al mismo tiempo en que los materiales, productos y entornos se producían de manera industrializada y en serie, Prouvé, perseguía y defendía el proceso de fabricación “proyectual” donde podían tomarse decisiones, ejecutar cambios y descubrir técnicas.

Imagen primera: Prouvé como aprendiz en el taller de Èmile Robert.
Imagen segunda: Le Corbusier, Ville Radieuse (La Ciudad Radiante).

En ese momento, la mirada de la arquitectura estaba dirigida al deseo de reestructurar la vida a través del diseño con transformaciones a gran escala. Se enseñó la teoría, ganamos en ideas y reflexiones. La práctica de esas teorías es primordial, dicho por Prouvé: “Cualquier conocimiento que se adquiera solo académicamente difícilmente podrá inspirar creatividad.”

Es entonces que dentro del taller de tecnología el trabajo de lxs estudiantes se asemeja al trabajo artesanal. La manipulación como vínculo entre materia y sujeto es un accionar que aparece desde el comienzo de la historia, es un hacer que antecede y atraviesa el movimiento industrial. Desde la necesidad surge ese primer acercamiento con la materia y la necesidad de transformarla. El producto, deviene de la experiencia y desde la elaboración de una hipótesis, que luego serán técnicas y métodos que conllevan a aquello concreto.

Es la necesidad primaria, entonces, que acude al vínculo, y es en éste donde se logran entender las capacidades propias, tanto del objeto como del sujeto. Capacidad de contener aprendizaje, generar estímulos, articulaciones y motricidades. Es en ese recorrido del hacer con lo cercano y local, lo que lleva al trabajo del artesano un trabajo acotado y a la vez extenso en el tiempo.

El éxodo artesanx de los talleres, aquel paso por el punto de inflexión de la labor como el adentro, lo propio y lo único es oficializado por la aparición de la industria como medio para nuevos fines. Un poco menos del adentro, de lo propio y lo único, logra cambiar el paisaje urbano, las formas de habitar, incluso del hacer. Es ahora la máquina el vínculo entre materia y sujeto. No se trata de incorporar una nueva pieza al sistema de manufactura existente, se trata del reemplazo del sujeto por la máquina, de la relación directa entre el objeto concluido y el objeto hacedor, estando así el sujeto dedicado a dirigir aquel proceso para su elaboración.

En la actualidad y desde el lineamiento pedagógico propuesto en la materia de Tecnología, se promueve nuevamente lo artesanal como medio para reformular el vínculo entre el material como unidad y el objeto construido desde el proceso de elaboración. Momento en el que se comienza a aprender desde la experiencia, desde el ensayo y error, las capacidades de ambos. Toma así el sujeto-estudiante, el rol principal, el nexo entre el origen y el fin. Es entonces donde se intenta recrear al estudiante como artesanx, donde se adquiere el conocimiento real y tangible de aquello resuelto a través de su propio proceso de manipulación.

“La tradición de la artesanía está adquiriendo cada vez mayor valor y estima en la realidad actual del mundo tecnológico, de la producción mecánica y de la lamentable perdida del tacto de la mano en nuestros productos y entornos fabricados en serie de modo mecánico (4)

Prouvé, que no era arquitecto, escribió las pautas de su trabajo, las cuales son incluidas a nuestra didáctica y aplicadas a los laboratorios de tecnología.

  • Seguir el desarrollo de la ciencia que rige el desarrollo de las técnicas.
  • Acumular información del estudio de materiales. (tratamiento)
  • Observar el proceso de trabajo.
  • Buscar inspiración y descubrir las opciones disponibles a través de la práctica de técnicas avanzadas (5)

Dentro del taller los estudiantes realizan un trabajo en equipo o colaborativo, como lo llama Juhani Pallasamaa, es la herramienta fundamental. Cada estudiante tendrá o buscará mejorar una habilidad y de este desarrollo más el uso de herramientas podrá manifestar el reconocimiento de la materia como método de formación. Desde lo artesanal, experimentará límites, texturas, peso y morfología reconociendo la unidad.

Trabajo colaborativo en el aula taller 2018.
“Cada uno de estos individuos ha entrenado sus manos para una tarea altamente especializada y ha establecido un pacto con el oficio para el destino ultimo de su vida.”
(6) La mano que piensa (2012), Juhani Pallasamaa, pág. 54, GG.

Tecnología I es primer eslabón de una cadena de experimentaciones donde se desarrollan posibilidades de acercamiento a diferentes materiales y sistemas constructivos convencionales. Invita al estudiante a salir de la experiencia del aula como recurso y sustento educacional en su nivel secundario para mutar a una modalidad de taller relacionado más con el hacer. Deja entonces a un lado el típico escenario estructurado de pupitres para transformarlo en mesas de taller, lugar de acopio, intervención y manipulación. Así se aborda el conocer/aprender desde el hacer, incluso, aún sin saber.

La práctica compartida, grupal y experimental logra rellenar aquellos vacíos que la teoría mantiene como modo de aprendizaje vertical regido desde la escucha, la vista y la interpretación de aquellas palabras tiradas al aire. Ésta es la que acota aquellas múltiples y posibles interpretaciones. Las transforma hasta hacerlas materia, recorrido donde predomina la experiencia como sustento de aquello teórico.

Es en las primeras clases donde la propuesta desarma lo individual para generar situaciones colaborativas, de gestión y administración propias para cada consigna. El acercamiento al material, y en posterior y consecuencia sus técnicas de manipulación, son expuestos desde el primer día en aquellas famosas charlas introductorias de bienvenida. Así es como desde el interrogante y el desconocimiento, empieza a surgir la trama que armará el recorrido del aprendizaje y acercará a lxs estudiantes a conocer morfologías, texturas, comportamientos, entendimiento de producción y formas de comercialización.

Desde este lineamiento, la experiencia se divide y multiplica en tres principales laboratorios que logran barrer puntos básicos y no tan básicos dentro de cada uno. Estos son el laboratorio de materiales, de física aplicada y de estructuras que desarrollaremos más adelante. En el último curso de la materia, Tecnología 8, se trató del desarrollo de una experimentación constructivo ambiental (EXCA), que les permitió a los estudiantes trabajar integralmente los conocimientos teórico prácticos acumulados en los cuatro años de cursada de la materia.

La premisa del EXCA fue trabajar entorno a estrategias de innovación y sostenibilidad con materiales o técnicas no convencionales a nivel local para realizar el proyecto de un espacio habitable donde el eje principal o punto de partida sea un material específico. La definición de estos espacios no está dada a priori porque serán propuestos por lxs mismxs estudiantes que deberán evaluar el contexto y necesidades locales.

En este sentido, lxs docentes del taller solo guiaron a lxs estudiantes desde la elección del material a utilizar hasta la finalización del proyecto haciendo énfasis en las experiencias y en los procesos de ideación. La estrategia de trabajo en el taller se enmarca en el concepto de “camino desde”:

“No prefigura el resultado, sino que aparece progresivamente, abriendo posibilidades en lugar de restringirlas. Construye una lógica a partir de reglas internas que van dando sentido a cada decisión que se toma. El proyecto es pensado desde la construcción sistemática de decisiones encadenadas. Se fijan reglas de acción proyectual y se apela a analogías, de allí surgen formalizaciones imposibles de prever desde el inicio.” (7)

En primera instancia el acercamiento se realiza a través del análisis de las propiedades de los materiales: físicas, químicas, tecnológicas y ecológicas, el ciclo de vida y la incidencia ambiental (costo e impacto).
Este primer desarrollo exhaustivo permite establecer un campo de posibilidades y limitaciones alrededor de cada material que son explorados a partir de ensayos propuestos por los estudiantes abordando puntos de interés específicos.

El criterio establecido por el taller para la selección de los materiales se basó en la idea de combinar materiales novedosos como el PET o el hormigón textil con otros más convencionales, pero en formatos no habituales en nuestro medio como la madera lamina encolada, membranas neumáticas y materiales tradicionales de la historia constructiva de nuestra región como la paja, el adobe y la caña, e incluso materiales convencionales como el ladrillo.

Las propuestas abordan múltiples dimensiones y complejidades, en este sentido las experimentaciones no culminan en el material en sí, si no que abordan los sistemas constructivos, estructurales y ambientales aprehendidos en los cursos anteriores de la materia de tecnología. Para realizar un acercamiento sustentable a los mismos es que se desarrollan en estrategias; constructivas, estructurales y ambientales.

Entonces, desde Tecnología I las propuestas de los laboratorios devienen del cuerpo docente como métodos y pautas de hacer tras la asignación de la consigna. Se apela al hacer con cierta coordinación desde el cómo, dónde y cuándo.

En cambio, en Tecnología 8, si bien existen pautas y objetivos a desarrollar, se deja libertad del cómo, cuándo y dónde, delegando estos interrogantes en los conocimientos aprendidos desde los comienzos de la materia. La libertad de interpretación, de hacer y deshacer para lograr el objetivo de la consigna deviene de la experimentación y reconocimiento del elemento a tratar como así su resignificación morfológica y lectura general entre el elemento y el objeto final.

Esta didáctica modélica posibilitó a lxs estudiantes enfrentar la complejidad de la multiescalaridad de la arquitectura desde la generación hasta la ejecución de prototipos desarrollando una experimentación constructivo ambiental.

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